Autostop en Turquía
Viajar a dedo en Turquía es pan comido. Te lo digo yo que lo hice en compañía perruna y nos movimos por el país de esa forma durante unos 80 días. Gran parte con mi querida Sonia, viajera taiwanesa que conocimos precisamente en Turquía. Las esperas son siempre (o casi siempre) cortas y el salvador de turno es siempre (o casi siempre) un encanto. No solo es un pueblo dispuesto a ayudar en este sentido el turco, sino que hay cultura de “otostop”, como lo llaman ellos. Nos pasó en más de una ocasión que caminábamos a la salida de una ciudad y ya había gente local allí esperando. ¡Poco más y podríamos calificarlo de colas para hacer dedo!
Aunque no hay mucho más misterio, aquí comparto algunos datos y consejos para hacer autostop en Turquía en base a mi experiencia. También puedes leer estos posts:
POR QUÉ VIAJAR A DEDO
AUTOSTOP EN TURQUÍA (CON PERRO)
Condiciones de las carreteras
La red de autopistas y carreteras es muy buena en todo el país. Quizá un poco peor en el sureste, territorio kurdo. Por tanto, no se pierde mucho tiempo en desplazarse de un destino a otro, como pueda pasar en otros países.
Estrategia
Sitúate en puntos estratégicos como salidas de poblaciones, entradas a autopistas, zonas de asfalto donde los coches vayan despacio (por ej, detrás de un semáforo) o pregunta directamente en gasolineras. Hay que echarle morro y no perder nunca la sonrisa. Quizá un cartel ayuda, aunque no tanto como en otros países.
Prepárate para hablar
Prepárate para hablar o intentarlo (si alguna de las partes no habla inglés) en los vehículos que te lleven. Los turcos son por lo general muy majos y curiosos, y querrán saber de ti.
Respeto cultural
Si viajas con perro y ves que al parar el conductor/pasajeros no son muy perrunos adelántate y di estas palabras “Köpek çok güzel”. Es decir, “perro bueno”. Enséñales también una toalla, un saco de dormir o algo para indicarles que irá ahí sentado y no manchará el asiento o suelo.
Variedad poblacional y geográfica
Las ciudades siempre son más difíciles que los pueblos y áreas rurales. Además, hay zonas más difíciles que otras. A mí me pareció especialmente fácil en la zona sur mediterránea, el interior (Cappadocia a Nemrut) y los territorios kurdos. En cambio, la parte que se me hizo más cuesta arriba fue la costa norte, en el Mar Negro.
Programar de acuerdo al clima
Trata de evitar el verano en el sureste (zona kurda), sobre todo si viajas con perro. Nosotros estuvimos en primavera y otoño y aun así nos comimos algunos tramos con bastante calor. Por otro lado, en general el país es muy frío en invierno, especialmente el centro y el sureste.
Tienda de campaña en tu mochila
Una tienda es seguramente el artilugio más preciado del autostopista: si llega la noche y no has conseguido “ride” siempre puedes acampar en un prado junto a la carretera.
Hospitalidad turca: tés, comidas... e incluso casas
No descartes que más de un "Salvador de la Carretera" te acabe agasajando. Las formas que se gastan los turcos son variadas. Por ejemplo: una comida en un restaurante, un çay en un puesto y una visita a su casa a conocer a su familia e incluso pasar la noche. Además, si haces autostop en una gasolinera es muy probable que te traigan algún que otro té los trabajadores ;)
CONCLUSIÓN
En resumen, ¡que recomiendo la experiencia de "otostop" en Turquía al 100x100! La aventura está garantizada, montando en coches, camionetas y camiones que te llevarán a través de los variados paisajes que atesora el país. Dada la hospitalidad turca (y kurda) es muy posible que te quieran mostrar algunos rincones secretos de sus tierras e incluso que te inviten a comer y dormir en sus casas.
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