Noreste de México, Itinerario
Actualizado: 30 ago 2023
Probablemente el gran desconocido, el noreste de México aguarda sin embargo algunos de los paisajes, ciudades y pueblos más auténticos del país. Desde las espectaculares montañas, bosques y cascadas contenidas a lo largo y ancho de la Sierra Madre Oriental hasta los parajes secos del gigantesco desierto chihuahuense. Para alegrar el paladar se destacan las cocinas regia y potosina, con sabores muy característicos y únicos de la gastronomía mexicana. Y para dar vida a tus oídos siempre sonará algún grupo norteño en la calle, la radio o el antro de turno. Ven a este rincón menos transitado de México y date la oportunidad de conocer a las bellas gentes de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí.
MONTERREY Y LA SIERRA REGIA
La capital de Nuevo León y segunda urbe de mayor población en México no te puede dejar indiferente. O la amas o la odias. ¡O ambas, según el día! Si bien no es la ciudad más bonita del país y el caos que allí reina te puede fácilmente espantar, cuenta con un sinfín de cosas interesantes y únicas que hacer, tanto en la propia ciudad como a pocos kilómetros en la orgullosa zona regiomontana de la Sierra Madre Oriental. ¡Por no hablar de los weyes bien conmadres que por allí habitan! Y la comida: ¿dónde encontrar unos mejores tacos de arrachera, asada y al pastor que en Mty?
LO MEJOR DE MTY CIUDAD
El Cerro de la Silla. Llamado así porque, visto desde la ciudad, tiene forma de silla de montar a caballo. Es uno de los emblemas de Mty, y probablemente el cerro más famoso del país. Si le dices a un mexicano que vas a visitar Monterrey, de lo primero que te hablará es del Cerro de la Silla. ¡Hablar, porque subirlo luego lo suben pocos! Estos mexicanos son bien flojos… Ni siquiera los propios regios, que lo ven elevarse por encima sus cabezas todos los días, se dignan a subirlo. A su favor tengo que decir que se trata de una ardua tarea. Pero la recompensa vale la pena. El camino te lleva hasta lo más alto (1820 m) y te obsequiará con unas vistas magníficas. Varios consejos: 1) Si no te encuentras muy en forma puedes subir hasta la antigua estación del teleférico, más a o menos a la mitad de camino. 2) No se te vaya a ocurrir hacer el ascenso en un día de esos tórridos infernales que tanto abundan por el norte mexicano.
Foto tomada por María Rodríguez
El Parque Fundidora. Un enorme parque urbano que, además de sus bonitas pasarelas y canales de agua, dispone de una gran oferta de entretenimiento. Cuenta con una sala de cine (la cineteca de Nuevo León), una pinacoteca con dos salas de exposiciones, un teatro, y un museo interactivo sobre el origen del acero. Este último, el Museo del Acero Horno 3, es uno de los sitios más atractivos y visitados de Mty (actualmente considerado el único horno abierto al público en todo el mundo). El Parque Fundidora es sede también de festivales de música y otros eventos.
Paseo Santa Lucía. Agradable paseo que discurre paralelo a un canal artificial con una arquitectura moderna de pasarelas curiosa. Bonito y fresa a partes iguales. Se admiten perros en toda la zona.
Museos. Dos museos magníficos se destacan en Monterrey, ambos a la vera de la siempre animada Macroplaza (cada uno a un extremo): el Museo de Arte Contemporáneo (MARCO) y el Museo de Historia Mexicana, precisamente al final del Paseo Santa Lucía. Si te quedas con ganas de más historia pásate por el vecino Museo del Noreste, otro interesante foco de conocimientos.
Mirador del Obispado. En la cima del Cerro homónimo descansa este mirador desde el que se consiguen adicionales fantásticas vistas de la ciudad. Como dato curioso, cuenta con la segunda bandera mexicana de mayor tamaño en el país.
Salir de marcha por Barrio Antiguo. Hay muchos bares y antros llenos de ambiente para los fiesteros. Gran oportunidad para conocer al pueblo regio. Mi favorito es el Café Iguana. Que el nombre no te engañe, de Café no tiene nada. Sin duda, el mejor antro de todo Monterrey.
LO MEJOR DE LOS ALREDEDORES DE MTY
Parque La Huasteca. Entorno de espectaculares montañas perfectamente cortadas para los amantes de la escalada. Esas paredes altas y que parece que han pasado por el bisturí de un cirujano son dignas de ver. Aquí el ambiente es más seco, con cactus y plantas más típicas de ecosistemas desérticos. Como veis lo tienen todo estos regios.
Chipinque. Un Parque gigante que está justo a las afueras de la city, por los altos cerros. Hay muchos senderos chulos para hacer. ¡Diversas especies de aves y simpáticos coatís te acompañarán en ellos!
La Estanzuela. A unos 15-20 km al sur de la ciudad se encuentra esta verde y húmeda área que va en paralelo a un río. Es genial para senderismo o para, simplemente, sentarse junto al río y tomar unas cheves.
Santiago, Cascada de El Chipitín y El Salto. El Pueblo Mágico de Santiago, 35-40 km al sur de Mty, vale tu visita por sus coloridas casas, su gastronomía, y, sobre todo, sus montañas. Toda la carretera que lleva a ellas es la leche, envueltos en una vegetación exuberante y dejando atrás ríos y cascadas (como la Cola de Caballo). Hay muchos lugares que ver. A destacar un par de cascadas algo más alejadas (y menos turísticas): El Salto, siguiendo por la carretera principal; Chipitín, accesible por una carretera secundaria y luego a pie (¡y nadando casi!). El color de las aguas es un canteo de bonito.
Grutas de García. A unos 40 km de la capital de Nuevo León tenemos unas cuevas únicas en plena Sierra El Fraile y San Miguel. Disfruta de los fósiles marinos que allí pueden encontrarse y de las magnificas formaciones rocosas de estalactitas y estalagmitas.
Cerro de la Viga. Esta espectacular ascensión se encuentra en realidad en el estado de Coahuila, en la Sierra de Arteaga. Es uno de los puntos más altos de México (3650 m). El camino es tan duro como bello, y las vistas finales brutales (¡imagino, porque yo cuando lo hice estaba lloviendo y con niebla!).
BUSTAMANTE
Bonito pueblo en el norte de Nuevo León a menos de 120 km de Mty. Es un lugar ideal para acampar en las inmediaciones campestres (Sierra de Gomas), pasear por las montañas o junto al río en las faldas de éstas, y por supuesto bañarse en el mismo río o un ojo de agua que hay allí mismo. No está mal, ¿no? Pues espérate que falta el plato principal. La atracción estrella son las Grutas de Bustamante (o Grutas del Palmito), con una gran diversidad de estalactitas y estalagmitas en su interior y muy poco turísticas.
CUATRO CIÉNAGAS
Si hay un lugar que no puedes dejar de visitar en Coahuila ese es Cuatro Ciénagas, un Pueblo Mágico y un área de protección de flora y fauna en mitad del desierto chihuahuense. ¡Un dos en uno vaya! El largo viaje desde Monterrey (o Saltillo) desde luego lo vale. En el Área Protegida hay cosas muy pintorescas que hacer. Por ejemplo, contemplar las surrealistas pozas de un color azul imposible en mitad de zonas áridas con cactus. No se puede uno bañar (por lo menos en la Poza Azul) debido a lo sensible del ecosistema que habita ahí dentro, con hasta 9 especies de peces endémicas que no existen en ningún otro lugar del planeta y 10 de moluscos (inusual para una zona tan árida). Pero, sobre todo, por la presencia de estromatolitos vivos en el interior de la laguna. Estos organismos prehistóricos tienen el honor de haber sido los pioneros en el proceso de la fotosíntesis ni más ni menos. De ahí que no podamos bañarnos, pudiendo preservar esa máquina del tiempo única.
Donde sí puedes darte un chapuzón y aliviar el sofocante calor es en el río Mezquites. Otra actividad obligatoria es la visita a las Dunas de Yeso. ¡Un desierto hecho de cristales de yeso carnales! El blanco de ese lugar tan especial quedará por siempre grabado en tus ojos.
PARQUE ESTATAL EL SALTO, GENERAL ZARAGOZA
Al sur de la provincia de Nuevo León queda esta joyita de la naturaleza. Un Parque lleno de agua: cascadas, ríos y pozas y ojos de agua. El mejor plan: venir a relajarte y a prepararte unas carnes con sus tortillas a las brasas entre baño y baño. Se puede acampar.
CIUDAD VICTORIA Y ALREDEDOR
La capital de Tamaulipas no goza de buena reputación (al menos hasta el año 2017). Tema de narcos aparte, yo solo encontré buena gente y paisajes preciosos cerca que incluyen ríos y montañas. A destacar la zona aledaña al Río Roble, 40 km al norte de la ciudad. Se trata de un oasis acuático perfecto para bañarse e ir de picnic. Otro lugar que merece ser nombrado en Tamaulipas (aunque yo no lo conozco) es la Reserva de la Biosfera El Cielo, a unos 140 km al sur de la capital.
SAN LUIS POTOSÍ
La capital del estado homónimo es una de las ciudades con más historia del país. Los puntos más interesantes de esta bella ciudad se encuentran principalmente en el centro histórico (Patrimonio de la Humanidad por la Unesco). Hay muchas plazas y todas ellas albergan imponentes edificios y cosas chulas para hacer: en la Plaza Fundadores destaca la Parroquia del Sagrario y el Edificio Ipiña; la Plaza de Armas cuenta con el Palacio Municipal, la catedral, la Casa de la Virreina (un restaurante hoy en día), y el Palacio de Gobierno; la Plaza del Carmen alberga el Teatro de la Paz, el templo del Carmen, el Museo de la Máscara (colección de más de 1300 máscaras de México y el mundo), el Museo del Virreinato, el edificio de la Logia masónica, y una bonita fuente (además, a pocos metros se encuentra la Cineteca Alameda, en cuyas instalaciones se suelen proyectar películas y se realizan eventos culturales varios); en la Plaza de San Francisco puedes encontrar hasta tres iglesias, dos católicas y la otra presbiteriana, además de una bella fuente en el centro y una estatua de bronce de Juan del Jarro (del que cuenta la leyenda que fue un Robin Hood potosino); en la Plaza de Aranzazú se encuentran las caballerizas del que solía ser un convento antes de que se aplicaran las Leyes de Reforma (en la actualidad el edificio alberga el Museo Regional Potosino). Una de las formas en las que se conectan la Plaza de San Francisco y la de Aranzazú es a través de un lindo callejón conocido coloquialmente como "El callejón de los hippies", en el cual muchos artesanos instalan pequeños puestitos para vender sus productos. Además de admirar la arquitectura de todos estos edificios, el mayor atractivo reside en la vida que emanan estas plazas llenas de gente y puestos de comida y artesanías.
Foto tomada por Ana Maldonado
Otra zona chula para pasear es la Avenida Venustiano Carranza, la principal avenida de San Luis. En ella puedes ver muchas casas antiguas y coloniales, muchos bares, restaurantes y locales diferentes. Los domingos por la mañana la cierran y mucha gente sale a andar por ahí con sus perros y/o en patines, patineta o bicicleta. En el recorrido de Carranza un buen punto para detenerse es la Plaza del Jardín de Tequisquiapan, donde uno puede disfrutar un ratito de la vida de la plaza, de su bonita fuente, de sus árboles, puestos de elotes, cafés... Otro punto de interés en Carranza es "La Casa de la Cultura”. En cuanto a los pulmones de la ciudad, dos parques resaltan por encima del resto: Tangamanga y Morales. En el primero está el Museo El Laberinto, donde el arte se conjuga con la ciencia y la tecnología. Este Parque es gigante y se pueden hacer actividades de ocio de todo tipo. Morales se encuentra cerca de distintas Facultades de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, y es ideal para relajarse y comprar un rico elote de "Los Elotes de Morales". Otros lugares lindos para visitar por los alrededores de San Luis son el Cerro de San Pedro (al este) y el Parque Nacional El Gogorrón. Este último es una vasta área salvaje perfecta para los amantes de la naturaleza y la acampada. Y para todos aquellos que quieran morir de placer en sus aguas termales.
REAL DE CATORCE
La magia está servida en este pueblo tan mexicano. Sin duda, una de las joyas del estado de San Luis Potosí y del país en general. A una altitud que sobrepasa los 2700 metros y en mitad del desierto, se erige esta población con un aura distinta a todo lo que conoces. Los días son tórridos, animados de gentío y coloridos. Las noches son frías, tranquilas y repletas de estrellas.
Real de Catorce te deleitará desde el minuto uno con sus preciosas calles coloniales con puestos varios de artesanías típicas y nuevos sabores: enchiladas potosinas, gorditas, nopales con jitomate... No obstante, después de recorrer el pueblo queda lo mejor. El viajero que pisa estas tierras debe caminar por las montañas y desiertos que circundan la zona. Simplemente espectacular. Desde subir una colina para contemplar la inmensidad del desierto hasta patear durante horas en busca de la planta sagrada de los huicholes: el peyote. Muchas personas vienen hasta aquí con el único objetivo de ponerse de peyote hasta las cejas y pegarse un viaje astral. Si lo haces, hazlo sabiamente. Pero incluso si no encuentras ninguno de estos pequeños cactus (o si comer peyote no está en tu mente) no te preocupes wey. En esta travesía psicodélica dejarás atrás paisajes espectaculares, pueblos fantasma y pequeñas poblaciones que habrán valido con creces tu visita. Recomiendo la ruta que pasa por Los Catorce hasta Estación Catorce, un camino sensacional de unos 13 km (3 horas la ida aprox a pie). Aunque hay una especie de buggies que te llevan hasta allí, vale la pena hacerlo andando, parando por el camino a contemplar cada especie de cactus y planta extraña que nace en ese ecosistema tan peculiar y único.
HUASTECA POTOSINA
San Luis Potosí alberga otro de los rincones más chulos de México: la Huasteca Potosina. Esta región siempre-verde, húmeda y montañosa (seguimos en la Sierra Madre Oriental) es un imperdible para los amantes de la naturaleza. Y de los pueblos… ¡Y de la comida! ¡Madre, que ricos los zacahuiles! Hay muchos lugares que visitar en la Huasteca, he aquí algunos de ellos:
Cascadas de Tamasopo. En mitad de una frondosa y verde vegetación, se hallan varios saltos de agua que terminan en unos estanques de un color azul turquesa espectacular que incitan al baño. Perfecto para hacer pequeñas rutas de senderismo, remojarse o disfrutar de unas carnes asadas. Se puede acampar. Quedan cerca del pueblo Tamasopo.
Río Tampaón y Cascada de Tamul. Asombrosas aguas cristalinas que circulan embutidas por el espectacular cañón del río Santa María (éste luego se transforma en el río Tampaón). Aunque algunas partes son accesibles por cuenta propia, muchas otras solo pueden alcanzarse remando con un bote, un kayak o algo parecido. Vale la pena contratar un tour, pues no son caros y se llega a la imponente Cascada de Tamul (la caída de agua mas alta de todo el estado de San Luis). Además, en esta excursión se harán otras paradas, incluyendo una para nadar en unas cuevas llenas de aguas transparentes. Te dejan llevar a tu perro en el tour.
Foto tomada por Isabel Aguilar
Cascadas de Micos. Otras cascadas maravillosas de aguas azul cielo, al noroeste de Ciudad Valles.
Sótano de las Golondrinas. Con los primeros y con los últimos rayos del sol miles de vencejos (que no golondrinas) protagonizan un espectáculo visual y sonoro magistral que difícilmente podrás contemplar en otro escenario. Una cueva en plena montaña es el hogar de todos estos pájaros que, tras una larga siesta (o tras un largo y exhaustivo día sobrevolando las montañas), salen (o vuelven) todos juntos formando nubes vivas que surcan los aires. Tú eliges si verlos salir o entrar. Este destino tan particular se encuentra a pocos km de Aquismón.
Xilitla y Jardín Surrealista de Edward James (Las Pozas). Pueblo Mágico muy chulo de arquitectura colonial a cuya vera se sitúa la interesante obra del escultor (y poeta) E. James: un conjunto de imponentes esculturas enraizadas entre la exótica vegetación y caídas de agua de hasta 70 metros de altura.
Castillo de la Salud de Beto Ramón. La mayoría de viajeros no tiene tiempo para conocer este otro destino menos turístico. El que lo haga, sin embargo, encontrará un lugar muy diferente e interesante. A primera vista parece un loco castillo de chucherías, con tantos colores y formas. Luego descubrirá la historia de un indígena Nahua que en los años 70 quiso plasmar en estas instalaciones sus muchos conocimientos sobre el uso de las plantas y sus beneficios como medicina alternativa. Actualmente lo llevan sus hijos y la visita es gratuita (al menos hasta 2017). Se encuentra en la localidad de Ahuacatitla, a pocos kilómetros del bonito pueblo de Axtla de Terrazas, donde vale la pena parar a comer unos tacos, por cierto. ¡Ñam!