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Los países más estrictos con el tema de la rabia

Actualizado: 31 ago 2023


Tecate, el perro de mi amigo Pepe, no tiene la rabia, pero es el perro del demonio. ¡Te queremos Tec!

Existen determinados países que ponen tantos impedimentos para acceder a ellos con tu perro que quizás deberías planterarte no ir. ¡Cámbialos por otros! No es coña, si dudas entre dos países para viajar con tu perro decídete por el que menos trabas os ponga en el camino. Pero si es el destino de tu vida y quieres conocerlo con tu buddy, o si te vas a mudar allí por las razones que sea, no te preocupes, que siempre habrá una solución.

Algunos de estos países son Australia, Nueva Zelanda o Japón. Como ves, suelen ser islas, con una fauna local separada del resto y sin los mecanismos inmunológicos para combatir enfermedades que lleguen de repente. Mi opinión personal al respecto es que es entendible hasta cierto punto. Es normal que quieran proteger a sus animales domésticos y salvajes, que habitan esas tierras desde mucho antes de que evolucionasen los Homo sapiens con ideas disparatadas tales como viajar a esas tierras acompañados de un Canis lupus domesticado, pero las medidas que ponen en ocasiones dejan mucho que desear, como verás en los próximos párrafos.

Por otra parte, muchos países, además, tienen que enfrentar el hecho de que se les considere de alto riesgo en cuanto a la transmisión de la enfermedad de la rabia. Parece que el consenso sobre cuáles son estos países es mundial, o más bien entre las grandes potencias mandamases. Es decir, que, si por ejemplo, viajas desde uno de estos países de riesgo (pongamos por ejemplo a Colombia) no va a ser lo mismo que lo hagas a un país "débil" (por ejemplo Guatemala) que a uno "fuerte" (digamos Reino Unido). El primero probablemente te dejará sin muchos requisitos mientras que el segundo te someterá a toda una gincana para lograr llegar a él.

Finalizando, y poniéndonos en el peor de los casos, lo cual sería en el hipotético caso de que se junte que deseas volar desde alguno de estos países de riesgo (cambiemos de ejemplo para no martirizar a los pobres colombianos y digamos esta vez Perú) a uno de esos destinos mega estrictos (digamos esta vez Australia), el resultado puede ser la denegación a tu perro de la entrada a tal país. Pero, como veremos en este post, incluso para estos casos extremos puede haber un rayo de esperanza.

LISTA DE PAÍSES Y TERRITORIOS CONSIDERADOS LIBRES DE RABIA (O CON BAJO RIESGO) PARA ENTRAR A LA UNIÓN EUROPEA

Según la normativa para el transporte de animales y de acuerdo con el Reglamento (CE) Nº245/2007, se establece un listado de países para tener en cuenta los requisitos de entrada y salida de animales de compañía. Esta lista incluye territorios exentos de rabia, así como territorios con respecto a los cuales el riesgo de que se introduzca la rabia en la Comunidad a causa de desplazamientos desde los mismos no se considera más alto que el riesgo asociado a desplazamientos entre Estados miembros.

Si vuelas desde alguno de estos países que figuran en la lista no te pondrán problemas en tu destino (con la excepción de algún que otro país), siempre que tu compi tenga el chip, la vacuna de la rabia vigente (puesta en el último año), desparasitación en los días previos al vuelo y el certificado médico del veterinario. Si el país desde el que vuelas no está en esta lista, lo siento mucho my friend, pues te va a tocar o bien hacerle el susodicho examen de identificación de anticuerpos neutralizantes de la rabia (con el adicional de una posible cuarentena al llegar al aeropuerto de destino), o bien volar desde otro país que figue en la lista de bajo riesgo. Como se comenta en el post de documentación perruna, para el test de los anticuerpos, además, necesitas hacerlo en un laboratorio homologado, que no es que abunden por el mundo precisamente. Para que te hagas una idea, en toda España solamente hay dos laboratorios autorizados: el Instituto Valenciano de Microbiología (IVAMI), una institución privada; y el Laboratorio Central de Sanidad Animal de Santa Fé (Granada), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente. No tendrás que ir en persona a ese laboratorio, lo cual por un lado será una tranquilidad para ti. Sin embargo, el costo, ya de por sí alto, lo será más, dado que el propietario corre con los gastos de envío de la muestra de sangre a dichos laboratorios... En este link de la Unión Europea puedes ver la lista de laboratorios autorizados en todo el mundo para llevar a cabo este test: http://ec.europa.eu/food/animals/pet-movement/approved-labs_en#

Y ahora vamos con la lista de países sanos para la UE…

  • Parte A: Irlanda, Malta, Suecia, Reino Unido. Con estos vamos luego en más detalle porque son (o eran, más bien) “especiales”.

  • Parte B (sección 1): Dinamarca (incluyendo Groenlandia e Islas Faroe; España (incluyendo Islas Baleares, Islas Canarias, Ceuta y Melilla); Francia (incluyendo Guayana Francesa, Guadalupe, Martinica y Reunión; Gibraltar y Portugal (incluyendo Islas Azores e Isla de Madeira); El resto de Estados Miembros distintos de los relacionados en la “Parte A” o en esta sección. Por ejemplo: Alemania, Polonia, Italia, Grecia…

  • Parte B (sección 2): Andorra, Suiza, Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega, San Marino, Estado de la Ciudad del Vaticano.

  • Parte C (TERCEROS PAISES): Isla de la Ascensión, Emiratos Árabes Unidos, Antigua y Barbuda, Antillas Neerlandesas, Argentina, Australia, Aruba, Bosnia y Herzegovina, Barbados, Bahréin, Bermudas, Belarús, Canadá, Chile, Fiyi, Islas Malvinas, Hong Kong, Croacia, Jamaica, Japón, San Cristóbal y Nieves, Islas Caimán, Montserrat, Mauricio, México, Malasia, Nueva Caledonia, Nueva Zelanda, Polinesia Francesa, San Pedro y Miquelón, Federación de Rusia, Singapur, Santa Elena, Trinidad y Tobago, Taiwán, Estados Unidos de América (incluyendo Guam), San Vicente y las Granadinas, Islas Vírgenes Británicas, Vanuatu, Wallis y Futuna, Mayotte.

Para pertenecer a la lista de países de la parte C, el tercer país deberá acreditar previamente su situación en relación con la rabia y que: a) la notificación a las autoridades de la sospecha de rabia es obligatoria; b) se ha establecido un sistema eficaz de vigilancia, desde al menos dos años; c) la estructura y organización de sus servicios veterinarios son capaces de garantizar la validez de los certificados; d) se han aplicado todas las medidas reglamentarias para la prevención y el control de la rabia, incluida la normativa aplicable a las importaciones; e) existen normas vigentes en materia de puesta en el mercado de vacunas antirrábicas (lista de vacunas autorizadas y de los laboratorios).

MIS LISTAS DE ORÍGENES Y DESTINOS PERRUNOS

Como las combinaciones de los orígenes y destinos son múltiples y no puedo hablar aquí para el 100% de la población mundial, he elaborado una clasificación (personal) de los países que tienen más facilidad para viajar con sus perros y otra de los países a los que es más fácil acceder con ellos. Estas clasificaciones generales, aunque habrá matices, creo que serán de ayuda. Al menos para empezar a saber cómo tu origen y tu destino perruno casan.

Países que tienen más facilidad para viajar con perro. De mayor a menor facilidad:

  1. Australia, Nueva Zelanda, Japón, Finlandia, Suecia, Noruega, Islandia, Reino Unido

  2. Resto de Europa, EEUU, Canadá

  3. Argentina, Chile, México

  4. Resto del mundo

Países a los que es más difícil acceder con perro. Curiosamente (o no, realmente), esta clasificación sigue un patrón casi idéntico. De mayor a menor dificultad:

  1. Australia, Nueva Zelanda, Japón, Islandia

  2. Europa (Reino Unido, Irlanda, Suecia, Malta son más exigentes), EEUU, Canadá

  3. Argentina, Chile, México

  4. Resto del mundo

¿QUÉ PASA CON PAÍSES COMO SUECIA, MALTA, REINO UNIDO O IRLANDA?

Pues que son muy nazis con el tema perruno. Digo, ¡eran! Afortunadamente, desde hace unos pocos años (2012) estos países modificaron sus reglamentos referentes a la importación de animales de compañía para equipararse al resto de países de la Unión Europea. ¡Lo cual facilita muchísimo un viaje perruno a tales destinos! Al menos para algunos. Por ejemplo, antes Reino Unido e Irlanda pedían que se tomase una muestra de sangre 30 días después de la vacunación y (atentos…) 6 meses antes del desplazamiento. ¡6 meses antes del vuelo, loco! Aunque siguen siendo algunos de los países de Europa más estrictos en este tema, todo es mucho más fácil ahora. Repito, al menos para algunos...

Accediendo a estos territorios desde otros países de la UE

  • Chip.

  • Vacuna de la rabia en vigencia (o sea, con al menos 21 días de antelación al vuelo y no más de 12 meses). Importante: ha de ser tras la implantación del chip.

  • Desparasitación interna (contra Echinococcus) entre 24 y 120 horas antes del viaje. Creo que la externa no es obligatoria, pero ante la duda yo se la pondría por si acaso.

  • Pasaporte europeo. Este, que funciona a modo de cartilla del perro, es donde figurarán los datos del chip, las vacunas y desparasitaciones.

Accediendo a estos territorios desde países ajenos a la UE

Va a depender de si tu país está considerado como de bajo o alto riesgo para la rabia. En el primer caso la documentación perruna necesaria será la misma que la descrita arriba (chécalo, no obstante), mientras que en el segundo caso te pedirán, además de esos documentos comunes, un análisis de sangre 30 días después de la vacuna de la rabia (el resultado debe aparecer en la cartilla de tu perro). Además, tendrás que dejar transcurrir un tiempo entre dicho análisis y el vuelo. Este intervalo varía de un país a otro. Por ejemplo, para Malta es a partir de 3 meses después de la toma de sangre.

DESPLAZAMIENTOS A OTROS PAÍSES FUERA DE LA UNIÓN EUROPEA

Cabe destacar a Australia, Nueva Zelanda, Islandia o Japón entre los países que se llevan el premio de tocapelotas fuera de la Unuión Europea. Aquí vamos a describir los pasos que tienes que llevar a cabo para llegar a ellos, tratando de hablar para todos (cosa dificil porque, vuelvo a repetir, cada origen es un mundo). Empezamos con lo que tienes que hacer si quieres embarcarte en una aventura canina al país de los canguros (que, tras mucho leer he llegado a la conclusión de que es el más nazi).

LA HISTORIA INTERMINABLE PARA LLEGAR A AUSTRALIA

Australia es el ejemplo perfecto para ilustrar cuán jodidamente chungo es viajar con perro a países con políticas súper estrictas. En este caso, no importa de dónde vengas, si de los Estados Unidos o de Zimbabue, ¡que te van a joder de todas maneras! Al menos nos joden a todos por igual, viéndolo por el lado igualitario... En realidad tampoco, dado que hay perros de determinados países que ni siquiera pueden acceder (pensándolo bien, los pobres zimbabuenses no creo que tengan muchas opciones). ¡Pero me refiero a que todos estamos jodidos, sin excepción!

Para empezar, tienes que tener en cuenta que el animal deberá pasar por una cuarentena obligatoria al llegar al país, lo cual no muchos dueños estarán por la labor. El período de cuarentena varía según el país de procedencia del animal. Por ejemplo, los perrunos argentinos, chilenos, uruguayos, españoles, portugueses, franceses, italianos, estadounidenses (y puertorriqueños), canadienses, e ingleses, entre otras muchas nacionalidades, requieren 30 días de cuarentena como mínimo. Un escándalo vamos. Por si esto fuera poco, ni siquiera tienes la opción de visitar a tu buddy durante todo este tiempo… Pero para llegar a este paso, que se supone que es indicativo de que las cosas marchan bien, hay una serie (interminable) de pasos a completar que te robarán tiempo y dinero (contando todos los permisos, vacunas, análisis y servicios puede ascender a más de 1500 dólares).

Allá vamos con los pasos a seguir (tomado de la web del Departamento de Agricultura de Australia)

  1. Antes de nada tienes que informarte de los requisitos que piden las autoridades australianas.

  2. Y seguidamente, aunque yo esto lo pondría en primer lugar, comprobar si tu perro es elegible para entrar en el país. Esto se hace online, a través de la página oficial del Departamento de Agricultura de Australia. Sólo deberás seleccionar la especie (perro o gato), tu país y la fecha de entrada en el país. Si el animal es elegible, obtendrás una propuesta de calendario con los trámites a realizar. Te adelanto que, sintiéndolo mucho, si tu perro es de Bolivia, Brasil, Ecuador, Colombia, Perú, México, Paraguay, Venezuela u otro país de América Latina que no sea Argentina, Chile o Uruguay, lo tienes complicado. Pero no imposible: tu posibilidad pasa por nacionalizar a tu can en cualquiera de los países aprobados por la autoridad australiana. Esto significa que, como mínimo, tu perro ha vivido durante 6 meses en ese país antes de poner rumbo a Australia. Por otra parte, algunas razas tienen vetada su entrada al país, y aquí no se puede hacer nada, a menos que le lleves al cirujano plástico canino. Si tu amigo es un Pit Bull (Terrier o Americano), un Dogo Argentino, un Fila Brasileño, un Tosa Japonés, o un Presa Canario, quizás vuestro destino sea otro, lejos de Cangurolandia.

  3. Verificar la existencia de un microchip o implantación de un nuevo microchip. Además, parece que son estrictos hasta con la compatibilidad del microchip que lleve tu can con sus equipos lectores (Avid, Trovan, Destron). Si al llegar a Australia sus equipos no detectan el microchip pueden enviar de vuelta a tu perro...

  4. Comprobar la vacuna contra la rabia.

  5. Realizar el famoso test de Identificación de anticuerpos neutralizantes de la rabia entre 180 días y 24 meses antes de entrar en el país. Recuerda que esto se debe hacer en un uno de los laboratorios homologados, que, como ya hemos comentado, no abundan que digamos. Por ejemplo, como ya he mencionado más arriba, en España solo hay dos en todo el país. Haz click aquí para ver dicha lista de laboratorios.

  6. Certificación del test por parte de un veterinario oficial reconocido por el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino.

  7. Solicitar el permiso de importación. La gracia te sale por $480 australianos y hay que pagarlo como mínimo 42 días antes de la fecha de entrada al país. Puedes mirar el precio aquí, ¡igual tienes suerte y lo bajan un poco!

  8. Reservar estancia del animal en uno de los centros de cuarentena en Australia. Esto es obligatorio también.

  9. Comprobar la validez del resto de vacunas.

  10. Desparasitación externa. Se tiene que llevar a cabo con al menos 21 días de antelación a la toma de sangre para evaluar Ehrlichia canis (que es el siguiente paso).

  11. Colección de muestra de sangre para descartar Ehrlichia canis. Se debe hacer dentro de los 45 días anteriores al vuelo.

  12. Test para Brucella canis (Brucellosis). Se debe hacer dentro de los 45 días anteriores al vuelo.

  13. Test para Leishmania infantum (Leishmaniosis). Se debe hacer dentro de los 45 días anteriores al vuelo.

  14. Test para Leptospira canicola (Leptospirosis). Se debe hacer dentro de los 45 días anteriores al vuelo.

  15. Nota: este paso solo aplica para aquellos perrunos que han visitado tierras africanas. Test para Babesia canis. Se debe hacer dentro de los 28 días anteriores al vuelo.

  16. Desparasitación interna. Serán dos tratamientos, con al menos 14 días de intervalo entre uno y otro, siendo este último dentro de los 5 días anteriores a la exportación.

  17. Examen clínico de pre exportación. Realizado por un veterinario oficial dentro de los 5 días anteriores al vuelo.

  18. Completar el "Veterinary Health Certificate". También dentro de los 5 días anteriores a la salida.

  19. Viajar a Australia. Es importante que lleguéis a Australia antes de que expire el permiso de importación (ese que te costó un riñón).

  20. Transporte de tu pobrecito fiel compañero a las instalaciones de cuarentena (mínimo 10 días, para los países más afortunados).

Pues así es y así se lo hemos contado, toda una odisea para llegar a territorio aussie. Eso sí, mi estimado amigo, si lo logras quiero ser el primero en escuchar tu testimonio y, sobre todo, ¡cómo fue el increíble reencuentro (más que merecido) con tu perruno!

Ah, se me olvidaba una cosa. Sólo puedes llegar con tu perro a Australia volando a los siguientes aeropuertos: Sidney (Nueva Gales del Sur), Melbourne (Victoria) o Perth (Australia Occidental).

LA OTRA HISTORIA INTERMINABLE PARA LLEGAR A NUEVA ZELANDA

Por lo que he leído, Nueva Zelanda es parecido. Eso sí, hay una ventaja con respecto a su vecino, y es que puedes visitar a tu perruno mientras se encuentra cumpliendo la cuarentena.

AVENTURA PERRUNA ISLANDESA

Para llevarte a tu perruno a este curioso y precioso país aislado en el norte de Europa, también tendrás que hacer malabares. Eso sí, antes de nada quiero dar la enhorabuena a los perros con nacionalidades australiana, neozelandesa, japonesa, británica, finlandesa, sueca, noruega y de las Islas Faore: quedáis exentos de la vacuna de la rabia, y, sobre todo, del test de anticuerpos antirrábicos. Los perros de estos países solo tendrán que cumplir los demás requisitos. Allá vamos con ellos:

  1. Chip de 15 dígitos compatible con la norma internacional ISO 11784/11785. En la página dice que si el chip de tu perro no es compatible para el tal ISO puedes llevar tu propio sistema de lectura. Si tienes dudas sobre si el chip de tu perro cumple con estos parámetros pregunta a tu veterinario. Honestamente, yo no tengo ni idea de si el chip de Cocaí, que se lo puse en Ecuador hace ya tres años, es compatibe con ISO y ese número tan largo. Me suena a chino. Los destinos que hemos visitado hasta el momento no nos han puesto problemas con el chip...

  2. Vacuna de la rabia. Entre 30 dias y 12 meses antes de su entrada, ni más ni menos).

  3. Test de anticuerpos neutralizantes para la rabia. Como siempre, debe llevarse a cabo en un laboratorio aprobado por la UE.

  4. Certificado de salud entre 5 y 10 días antes del vuelo. Veterinarios homologados.

  5. Un permiso especial de importación del Ministerio de Agricultura (este permiso tiene una vigencia de un año).

  6. Desparasitaciones interna y externa dentro de los 10 días anteriores al vuelo.

Y aquí vienen las malas noticias de verdad, amigos míos. El perro necesariamente pasará por una cuarentena de 4 semanas. Todos los perros, incluidos los perros de servicio y de apoyo emocional. Lo que no sé es si también pasan por la cuarentena los perros de las nacionalidades ya menciodas... Deduzco que no, pero no he encontrado nada que diga lo contrario.

Por otra parte, algunas razas, así como los híbridos de perro-lobo tienen prohibida la entrada a la tierra del hielo por ser consideradas "peligrosas". Son básicamente las mismas que vetan Australia y Nueva Zelanda: Pit Bull (Terrier y Americano), Dogo Argentino, Fila Brasileño, Tosa Japonés. Esta vez parece que los Presas Canarios está de suerte.

Por último, la edad mínima que exigen para que tu perro ponga sus patas en sus glaciares, volcanes y termas es de 7 meses. Los afortunados que viven en las élites de países sin rabia pueden entrar un poco antes (5 meses).

AVENTURA PERRUNA JAPONESA

Los nipones también tienen lo suyo, pero después de leer los requisitos de los otros tres países tocapelotas, parece pan comido. Lo mejor es que, aunque sí hay una cuarentena obligatoria, ésta es de solo un máximo de 12 horas, siempre que tu perro cumpla los criterios. Estos son un poco más de lo mismo. Allá vamos.

  1. Chip que cumpla las normas ISO 11784 y 11785.

  2. Vacuna antirrábica, que ha de administrarse tras la implantación del chip. Se debe administrar la vacuna contra la rabia dos o más veces (vacuna inactivada), con un intervalo de al menos 31 días entre las dos dosis. La edad mínima perruna para recibir la vacuna es de 91 días.

  3. Pruebas serológicas de anticuerpos neutralizantes del virus de la rabia. La muestra de sangre se enviará a un laboratorio designado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Política Forestal de Japón. El resultado de la prueba será válido durante dos años desde el momento que se toma la muestra de sangre. La fecha de toma de la muestra así como el resultado de los análisis se indicarán en el certificado expedido por el organismo competente del estado del país exportador. No he encontrado si hay países exentos, pero probablemente los hay y sean los mismos que para Islandia.

  4. Se debe remitir un aviso (fax o correo) a la estación de cuarentena animal que tenga jurisdicción sobre el aeropuerto o puerto marítimo relativo a la llegada prevista del animal con una antelaciòn mínima de 40 días.

  5. Al recibir el aviso, la estación de cuarentena animal entregará al importador una autorización de inspección de animales importados mediante fax, correo electrónico o correo convencional. El número de recibo y la autorización de inspección serán necesarios en el momento de producirse la importación.

  6. Inspección clínica del animal por un veterinario, dentro de los dos días anteriores al viaje, con el objeto de confirmar que no sufre y que no hay sospecha de que sufra la rabia y la leptospirosis.

  7. Certificado de salud del organismo estatal competente del país exportador (veterinario homologado). En él se incluirá la información pertinente a los datos del chip, las vacunas contra la rabia, las pruebas serológicas (resultados y fechas), la declaración veterinaria de que el animal no está infectado y no presenta sospecha de estar infectado con la rabia, y las vacunaciones (otras) y tratamientos antiparasitarios realizados al animal. Dicho certificado debe ser presentado en la estación de cuarentena animal al llegar a Japón.

CONCLUSIÓN

Termino este artículo de la misma forma que lo empecé. Si tienes que viajar a algunos de estos países porque es el sueño de tu vida o porque te ha salido una oferta de trabajo que no puedes rechazar, ve a por ello. Pero si tienes otros destinos en mente, mi consejo es que vayas a los más permisivos en materia de inmigración canina. Tu perro te lo agracerá, ¡y tú también (a ti mismo)!

Espero que esta información te haya sido útil, pero no dejes de ir al consulado del país de destino para obtener información específica y de última hora (¡pues puede haber cambios en las políticas migratorias caninas!), así como al veterinario para que te asesore con sus sabios consejos.

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El Pekín Express CaninoEn marzo de 2019 mi perra Cocaí y yo salimos de Madrid con una mochila, una tienda de campaña y una misión entre ceja y ceja: llegar a China a dedo. Cuando andábamos en India hizo entrada en escena un "pequeño invitado" que puso el mundo patas arriba, incluido nuestro viaje. Tres años después volvimos a casa con un camino plagado de aprendizajes, aventuras, seres maravillosos... y una perra nueva: Chai :-) Más info sobre este libro, en realidad trilogía, aquí.

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En marzo de 2019 mi perra Cocaí y yo salimos de Madrid con una mochila, una tienda de campaña y una misión entre ceja y ceja: llegar a China a dedo. Cuando andábamos en India hizo entrada en escena un "pequeño invitado" que puso el mundo patas arriba, incluido nuestro viaje. Tres años después volvimos a casa con un camino plagado de aprendizajes, aventuras, seres maravillosos... y una perra nueva: Chai :-) Más info sobre este libro, en realidad trilogía, abajo.

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