Sur de Perú, itinerario
Actualizado: 29 ago 2023
El sur de Perú lo tiene todo amigos. Ciudades bonitas, naturaleza maravillosa y cultura. Sobre todo, cultura. Perú es muchísimo más que Machu Picchu. Machu Picchu es solo la punta del iceberg del paraíso de los amantes de las civilizaciones antiguas (en especial del grandioso imperio inca). Y actuales… Porque los pueblos de la costa, los Andes y la selva son realmente dignos de conocer. Tienes que venir a conocer estos rumbos. Lugares que conocí en este itinerario de los tres mundos del Perú: costa, sierra y selva.
Tacna
Arequipa
Cañón del Colca
Nazca
Huacachina
Islas Ballestas y Reserva Nacional de Paracas Ayacucho
Choquequirao
Cusco Valle Sagrado: Pisac, Ollantaytambo
Machu Picchu
Paucartambo
Pillcopata
Salvación
Shintuya y Edén
Boca Manu
Puerto Maldonado
COSTA
TACNA
Ciudad cerca de la frontera con Chile (capital del departamento de Tacna). No tiene gran cosa, pero si vienes desde Arica (Chile) puedes parar y recorrerla, ya que pilla de camino. Destacan la Plaza de Armas, tranquila y bonita, y los recorridos por los olivares y bodegas de los alrededores.
AREQUIPA
Una de las ciudades más bonitas del Perú, con edificios y casitas coloniales blancas (apodada la Ciudad Blanca por sus construcciones de roca volcánica de color claro), plazas amplias y áreas verdes. De telón de fondo una sierra en la que destaca el gigantesco volcán Misti (un cono perfecto de 5822 metros), flanqueado por el Chachani (izquierda) y el Pichu Pichu (derecha). Su mezcla de ciudad grande y cosmopolita (segunda ciudad más grande del país) y su entorno andino, hace que las opciones para el viajero se multipliquen. Algunas de las cosas que puedes hacer en Arequipa son:
Pasear por el centro colonial disfrutando de las iglesias, conventos y mansiones.
Salir por la noche.
Visitar algún museo. Destacan el Museo Santuarios Andinos, que expone diferentes aspectos de la cultura andina (el principal atractivo son los niños incas sacrificados/ofrecidos a los dioses/montanas, en cuyas condiciones climáticas quedaron perfectamente conservados) o el Museo de Arte Virreinal Santa Teresa.
Trekking por las montañas. Hay muchas rutas para elegir, entre las que cabe mencionar el popular ascenso al volcán Misti (¡llévate hojas de coca para el mal de altura!). Necesitas entre dos y tres días para subir y bajar.
El Cañón del Colca lo puedes visitar con guía, pero yo lo recomiendo hacer por tu cuenta (mucho más barato y a tu ritmo). La carretera es espectacular, pasando por la Reserva Nacional Salinas y Aguada Blanca (atento a las vicuñas), el inhóspito altiplano (zonas cercanas a los 5000 metros de altitud), y el descenso hasta Chivay.
CAÑÓN DEL COLCA
Impresionante zona andina esta, donde residen los dos cañones más profundos del mundo: el Colca y el Cotahuasi, ambos con alrededor de 3200 metros de profundidad. Es el hogar del cóndor y de pueblitos muy mágicos. Aquí nos centramos en el Cañón del Colca, más turístico y accesible. Se llega desde Arequipa a Chivay (unas 3 horas), y desde aquí una carretera discurre paralela al cañón espectacular. Estos son algunos de los planes que puedes llevar a cabo:
Visitar las poblaciones y observar a sus gentes: Chivay, Yanque, Maca, Cabanaconde, Huambo…
Ir al Mirador del Cóndor, justo antes de Cabanaconde. Lo mejor es ir al amanecer, cuando estas gigantes y magníficas aves están más activas planeando sobre el cañón.
Excursión a Sangalle (El Oasis), en el fondo del cañón. El descenso se inicia cerca de Cabanaconde (en el Mirador San Miguel) y dura alrededor de cuatro horas. Una ruta maravillosa que termina en una pequeña comunidad con piscinas naturales, palmeras y flores exóticas. También puedes bañarte en el río. Perfecto para relajarte uno o dos días (o más, pero es caro)… La subida, que se hace por otro lado, es mortal (recuerda: ¡estás subiendo el cañón más profundo del mundo!), así que prepárate. También se puede hacer en mula pagando, las mismas que transportan los víveres colina abajo…
Por otro lado, el Cañón del Cotahuasi es más remoto, pero, por lo visto, de una belleza deslumbrante. ¡Si tienes tiempo y te gusta patear ve a por él!
NAZCA
Pueblo en el tórrido desierto inmerso en las misteriosas Líneas de Nazca: alrededor de 300 geoglifos y 70 biomorfos esparcidos por un vasto territorio. Se cree que las hicieron las culturas nazca y paracas (periodo comprendido entre el 900 a.C y el 600 d.C) quitando las piedras oscuras del desierto… O, lo que es lo mismo, dejando al descubierto el suelo más clarito. Pero nadie sabe lo que realmente significan, ni cómo pudieron hacerlas sin una perspectiva aérea. Si bien el recorrido que sobrevuela las Líneas tiene que ser espectacular no me gusta recomendarlo. Ni al mochilero por su desorbitado precio ni a nadie por su bajo valor moral (solo alcanzable a los extranjeros con dinero, mientras los locales no tienen acceso). Es un destino que está en la ruta y que merece una parada. Puedes ir por tu cuenta a El Mirador, en la Panamericana 20 km al norte de Nazca (dirección Ica/Huacachina), desde donde se observan (parcialmente) un par de figuras: El Árbol y Las Manos. Obviamente, la perspectiva aérea tiene que ser mucho mejor, pero ver estas dos desde aquí es también una pasada (foto de arriba).
HUACACHINA
Literalmente, un oasis en medio del desierto. Esta pequeña y pintoresca población con una hermosa laguna en el centro se halla rodeada de dunas de arena y es idílica para descansar unos días, apartado de todo tipo de estrés. De ahí que vengan tantos mochileros a relajar sus cansadas piernas y espaldas. Tírate en la arena bajo una palmera, date un bañito en alguna de las piscinas de los albergues, móntate en un buggy y recorre los relieves “dunáticos”, alquila una tabla de surf y entrena tus dotes de sandboarding o, simplemente, camina por las dunas sin rumbo fijo. Las puestas de sol son de postal.
ISLAS BALLESTAS Y RESERVA NACIONAL DE PARACAS
A estos dos refugios de paisajes y fauna costeros del departamento de Ica se accede en barco desde Pisco o Paracas pueblo (excursiones de un día). En las Islas Ballestas (una hora desde Pisco) navegarás entre arcos y cuevas y tendrás la oportunidad de contemplar animales tales como lobos marinos, delfines, pingüinos de Humboldt, cormoranes, pelicanos y flamencos, entre otros.
La Reserva de Paracas te ofrece una parte protegida y virgen del desierto costero peruano, donde aguardan paisajes muy diferentes con acantilados y mucha fauna. La Reserva está situada en una zona marítima excepcionalmente rica, cuyos afloramientos de aguas extremadamente frías (corriente de Humboldt) producen una gran abundancia de plancton que nutre a peces, crustáceos, moluscos… Que, a su vez, atrae a lobos marinos y aves, una amplia variedad de especies que vienen a ponerse a las botas aquí.
SIERRA
AYACUCHO
Una de las ciudades más bonitas del país, de arquitectura colonial y en plenos Andes (a más de 2750 metros de altitud). Ayacucho destaca por sus obras de arte (prehispánico, colonial y criollo), dispuestas en iglesias, templos, casonas y otros edificios señoriales (arte colonial); y dispuestas en los mercados (arte local). Lo mejor para el visitante es pasear sin rumbo fijo, admirándose con sus calles y edificios, y disfrutar de sus cálidos habitantes.
Por si fuera poco, la capital del departamento homónimo respira historia y de la buena: cerca de aquí fue donde se libró la batalla definitiva que llevó a proclamar la independencia del reino de España (9 de diciembre de 1824). Se puede visitar este lugar, el Santuario Histórico de la Pampa de Quinua (a 32 km de Ayacucho; foto de arriba), donde un monumento/obelisco se erige en el centro de una explanada. Pero antes de eso hubo más (mucho más), por supuesto… Desde los asentamientos de civilizaciones preincaicas hasta la llegada de los colonos… Aquí no nos vamos a explayar (¡vente y aprende tú mismo!), pero sí mencionaré que por estas tierras nació el Imperio wari (o huari), que se expandió al norte y al sur y destacó por los altos niveles de calidad en producción de cerámica, tejidos, metales y piedra (años 1100-1400 d.C). A 20 km de Ayacucho (en la carretera que va a Quinua) está el Complejo Arqueológico de Wari, el que fue uno de los centros urbanos más grandes del antiguo Perú. Además de pasear por ese paisaje compartido por ruinas wari y cactus varios, hay un museo muy interesante. Ayacucho es, definitivamente, un lugar de parada obligada para los amantes de la historia.
CHOQUEQUIRAO
El secreto, aunque cada vez menos secreto, de los incas puede estar tranquilo. No va a ser avasallado por el turismo. Y es que esa es su mayor grandeza, lo que le otorga la magia a un sitio de estas características. En plena cordillera, lejos de cualquier pueblo y carretera, se encuentra Choquequirao. Inmersas en la más pura naturaleza. Para llegar a ellas uno tiene que llegar primero a la población de San Pedro de Cachora (queda en un desvío más o menos cercano a Abancay, en la carretera que une Andahuaylas y Cusco). Y luego hacer un pequeño “sacrificio”, caminando durante 30 kilómetros (solo ida) por los paisajes más bellos del universo. Las piernas acabarán agotadas de subir y bajar montañas, pero la mente y el alma estarán dando saltos de alegría ante la visión de esas cumbres nevadas, valles y bosques. Gran parte del camino discurre en paralelo al río Apurímac, encajonado en un cañón espectacular.
Se requieren un mínimo de dos noches de acampada en esta ruta. Puedes acampar donde quieras, pero no hay muchas zonas planas para poner la tienda… Por otro lado, hay un par de campings: uno justo antes de cruzar el río en “telesilla” (gratis), y otro a la entrada del complejo arqueológico (de pago). Si madrugas mucho (y estás en forma) puedes dormir las dos noches en el camping anterior al río (así caminas más ligero de equipaje la ida y vuelta de este tramo). En Cachora hay albergues y hostales para recuperar fuerzas.
CUSCO
La que fue capital del Imperio inca, hoy "La Roma de América”, es una de las más bellas e interesantes poblaciones de Perú (y del continente). Allí se asentaron los incas al marcar “El Ombligo del Mundo”, allí los españoles ocuparon la ciudad tras la muerte de Atahualpa (último Rey inca), y por allí se descubrió Machu Picchu a principios del siglo pasado. A pesar del saqueo y destrucción a que la sometieron los invasores, a pesar de su arquitectura mayormente desplazada (ahora colonial), y a pesar del bombardeo de turistas que deambulan por la ciudad, el espíritu inca que reflejan las calles de Cusco, sus gentes (descendientes de los incas) y sus montañas es único. Quizás en parte por su cercanía al Valle Sagrado y Machu Picchu. Mucho por aprender, descubrir y hacer:
Pasear por el hermoso centro colonial, imaginando cuán diferente fue aquello un día.
Mercados de comidas y artesanías locales.
Visitar algún museo (tal vez el mas interesante sea el Museo de Arte Precolombino).
Ruinas incas de Sacsayhuamán, en lo alto de un cerro a las afueras de la ciudad (tanto que se puede llegar a pie). Las piedras de esta ciudadela inca fueron saqueadas y utilizadas para la construcción de casas e iglesias en Cusco.
Excursiones por las montañas y yacimientos de los alrededores (mucho mejor por tu cuenta que con agencia). Hay decenas de excursiones, entre las más populares están: el Camino Inca (ruta de 43 km a Machu Picchu; se llena tanto que sin reserva previa no se puede); el Valle Sagrado (Písac, Urubamba, Moray, Ollantaytambo); Machu Picchu desde Santa Teresa (10 km) o Central Hidroeléctrica (2 km); Nevado Salcantay (6271 metros; dos rutas alternativas, ambas de unos 55 km); Choquequirao (descrito arriba); Tambomachay y Pukapukara; Q’enqo; el Ausangate (6484 msnm; ruta de unos 80 km).
Recomendación para visitar ruinas. Puedes comprar un billete turístico que tiene una duración de 10 días e incluye la entrada a todos los sitios arqueológicos de la zona (excepto Machu Picchu, que va aparte). Sale mucho más a cuenta que pagar entrada en cada lugar por separado. Se compra en Cosituc (Avenida del Sol) o en los propios yacimientos. Si puedes hacerte un carnet de estudiante internacional el precio se reduce bastante (también para Machu Picchu).
Nota. Si estás por Cusco hacia el 21-24 de junio, estás de suerte amigo: celebración del Inti Raymi, el apasionante Año Nuevo Inca.
VALLE SAGRADO: PÍSAC Y OLLANTAYTAMBO
Genial recorrido que empieza a pocos kilómetros al norte de Cusco e incluye dos de los conjuntos arqueológicos incas mas bellos y mejor conservados de la cultura inca: Písac y Ollantaytambo. El paisaje que acompaña, sus poblaciones y los otros yacimientos (Moray, por ejemplo) lo hace todavía más alucinante. Además, la ruta es un preámbulo de la atracción estrella, ya que encamina al viajero a Machu Picchu. Puedes ir directamente en tren desde Ollantaytambo, pero es más barato tomar una combi hasta Santa Teresa y luego caminar (paseo muy bonito) hasta Aguas Calientes.
MACHU PICCHU
Por fin, lo que todos alguna vez han soñado con visitar alguna vez: ¡Machu Picchu! Poco que decir sobre la Ciudad Perdida de los Incas, el yacimiento más famoso del universo, una de la 7 Maravillas del Mundo… Personas de todos los rincones del planeta vienen a Perú exclusivamente para descubrir este misterioso yacimiento, que, aunque no se sabe a ciencia cierta, fue casi con toda seguridad uno de los centros ceremoniales más importantes de los incas. Su ubicación, en plenas montañas verdes, y su magnífica conservación es lo que le han dado su fama. Disfruta de un día entero recorriendo con calma la ciudadela y subiendo la montaña de Machu Picchu, desde donde uno puede contemplar ese espectáculo e imaginar el modo de vida de aquella fascinante civilización.
Hay varias maneras para llegar a Aguascalientes, pueblo entre las montañas creado con fines turísticos: tren desde Cusco, tren desde Ollantaytambo, caminando desde Santa Teresa (8 km) o la Central Hidroeléctrica (2 km), a través del Camino Inca. De Aguascalientes al yacimiento puedes ir en bus, pero es mejor hacerlo andando: qué mejor que un paseo mañanero agradable de hora y media previo a conocer esta maravilla.
Nota: por razones obvias (exceso de turismo), el ascenso al Huayna Picchu está limitado a un número de personas por día, requiriéndose pagar un permiso con mucha antelación para ello.
SELVA
Esta sección selvática no es muy concurrida por turistas, principalmente porque los medios para llegar escasean. Allí aguarda una de las joyas de mayor biodiversidad del planeta: el Parque Nacional del Manu (donde, además, algunos investigadores creen que se encuentra la ciudad perdida de los incas…). Desafortunadamente, (prácticamente) la única forma de entrar a dicho Parque es mediante la contratación de un tour en Cusco, siendo el precio a pagar demasiado para el presupuesto mochilero… Puedes intentar que algún local te lleve en su bote desde Boca Manu, pero será difícil, pues necesitas haber sacado un permiso en Cusco (al menos en teoría). Aun así, incluso sin entrar en el Parque, la incursión por este rincón del planeta será inolvidable, llena de aventuras, contacto con la cultura de la selva y avistamiento de muchos animales. ¡Incluso experimentar la humedad es una experiencia única! Lo puedes hacer por tu cuenta, combinando combis, mototaxis, a dedo, y, la parte final, mendigando un bote. Y es que el trayecto a partir de Edén solo puede hacerse por río. Para llegar a Boca Manu la única opción es que te lleve algún mercader. Proponer un trato puede funcionar (ayuda o dinero a cambio de transporte).
Eso sí, ten cuidado y no te salgas mucho de los caminos… No vaya a ser que algún bicho te devore (o alguna tribu indígena te considere una amenaza).
Nota. Una opción alternativa de entrar en el Parque Nacional es hacer un voluntariado de varios meses. ¡Si tienes tiempo y eres un apasionado de la naturaleza, no lo dudes!
PAUCARTAMBO
Este bonito pueblo anclado en un valle junto a un río marca el final de la montaña y el principio de la selva. Buena parada para disfrutar de su arquitectura colonial, su río y sus paisajes. Pasados unos 40 km está el Mirador de Tres Cruces, único lugar en el Perú desde el que se puede observar el sol naciente. Justo después empieza el descenso definitivo a la cuenca amazónica (primero ceja de selva y luego selva pura), cambiando el marrón por el verde y todo lo que ello implica. Enhorabuena, ¡has empezado la aventura selvática!
PILLCOPATA
Cerca del límite entre los departamentos de Cusco y Madre de Dios se encuentra esta pequeña comunidad selvática. Se puede visitar a pie una pequeña comunidad nativa llamada Santa Rosa de Huacaria, de casas tradicionales y donde su gente vive básicamente de la caza, la agricultura y la artesanía. Eso sí, mi experiencia me dice que no son muy abiertos a los extranjeros. Saliendo de Pillcopata, en el camino a Atalaya, queda “Dos Loritos”, un Centro de Rescate de Animales Salvajes de la zona. Merece mucho la pena ir porque las condiciones en que se encuentran los animales son excelentes. En plena selva vaya. Cuando fui yo había varios guacamayos, una familia de sajinos, algún capuchino, un perezoso, un coatí, y una cría de cocodrilo. El trabajador me llevó a una pequeña expedición por la selva y me mostró un oso hormiguero también.
SALVACIÓN
El primer pueblo que encuentras en el departamento Madre de Dios es Salvación. Además de disfrutar de la cultura local puedes visitar la maravillosa Cocha Machuwasi, a un corto paseo de la población. Una laguna genial para avistamiento de avifauna. Allí existe un sendero por el que puedes caminar en busca de fauna adicional. Además, si hay algún local por allí tal vez te dé un paseo en barca.
Nota. A finales de mayo se celebra la creación del Parque Nacional del Manu. Se llevan a cabo actividades muy chulas: charlas, poesía, desfiles, bailes de niños, etc.
SHINTUYA Y EDÉN
Son las dos últimas comunidades que se pueden alcanzar por tierra antes de montarse en una lancha rumbo a Boca Manu. Charlar con los habitantes, probar la gastronomía local y bañarte y pasear por el río son las actividades que uno puede realizar.
BOCA MANU
Pueblo muy amazónico, elevado sobre el río Madre de Dios. Este lugar remoto se halla en la puerta de entrada al Parque Nacional del Manu. Sus encantadores habitantes son la atracción principal para el viajero, con los cuales probablemente compartirá y tendrá interesantes conversaciones. Si conoces a alguien que vaya a remontar el rio en dirección al Parque (o en otra dirección, qué más da) pídele que te lleve. También esperan un par de bonitas (y sofocantes) cochas (lagunas) a pocos kilómetros del pueblo, en las que se puede disfrutar de una paz inigualable.
PUERTO MALDONADO
La capital del departamento Madre de Dios no destaca por su belleza… Es fea, caliente, llena de coches y humo. Sin embargo, no todo son inconvenientes. Para empezar, hay que decir que no todos los días uno visita una ciudad (lo demás eran pueblos) en plena Amazonía; su bonita ubicación, en la confluencia de los ríos Madre de Dios y Tambopata; y su cercanía a la Reserva Nacional Tambopata, la cual se puede visitar con un tour. Se puede ir por carretera a Cusco (unas 8h) o a Juliaca/Puno (unas 10h).